Quiero contarte cómo fue mi viaje de regreso al dibujo después de enfrentar un golpe devastador que me hizo perder mi habilidad para dibujar. Descubre cómo redescubrí mi pasión, superé los desafíos y pude usar mi arte para cambiar mi vida y la de otros
¿Cómo comenzó mi amor por el dibujo?
Desde niño, el dibujo era lo mío. Dibujaba de todo y todo el tiempo, cosas que salían de mi imaginación y de lo que veía a mi alrededor, el dibujo era mi manera de expresar mis emociones y sentimientos, de comunicar todo lo que tenía en la cabeza. Con el tiempo, me puse las pilas y mis dibujos empezaron a mejorar cada vez más. Me di cuenta de que quería que mi futuro estuviera lleno de arte y, sobre todo, dibujar para siempre.
Usaba mis habilidades de dibujo en cualquier situación. Para ilustrar lo que aprendía, para ligar con la chica que me gustaba, para hacer regalos especiales e incluso vendía mis dibujos a mis compañeros de la escuela. Todo iba perfecto, mi amor y pasión por el dibujo, así como mis habilidades al dibujar, crecían cada día más, hasta que un día, a los 16 años, todo cambió.
Lo perdí todo por un accidente
Un día, mientras jugaba al fútbol americano sin protección, recibí un golpe en la cabeza que me dejó inconsciente por algunos segundos. Al despertar, noté que algo en mí había cambiado, me sentía raro, un poco atontado, pensé que era momentáneo, pero pasando el tiempo y ya recuperado físicamente del golpe, empecé a tartamudear, tenía dificultades para ligar ideas y leer, y lo más devastador de todo, me di cuenta de que había perdido mi habilidad para dibujar.
Eso fue terrible para mí, había perdido aquello que me hacía especial, me frustré tanto al no poder dibujar que destruí todos los dibujos que había hecho antes del accidente y empecé a buscar otras distracciones, algo que me hiciera olvidar mi amor por el dibujo. Sin embargo, mis ganas y necesidad de dibujar nunca desaparecieron.
Mi Viaje de Regreso al Dibujo
Después de un tiempo muy complicado, lleno de frustración y tristeza, decidí que quería volver a dibujar, y así recuperar el sentido de mi vida. Empecé a buscar opciones, me inscribí en todos los talleres de arte que pude: Dibujo Técnico, artes plásticas, escultura, grabado, comunicación visual y hasta música. Busqué muchos libros de dibujo, videos y casi cualquier cosa en donde pudiera aprender más.
Llego mi momento de elegir una carrera universitaria, entonces decidí estudiar Diseño de Animación. Con la esperanza de que los expertos me enseñarían un método para recuperar mi talento. También me inscribí a una escuela de arte para estudiar Dibujo Artístico Profesional y de alguna forma esto me ayudó.
Después de mucha práctica y a pesar de recuperar mis habilidades técnicas, me di cuenta de que mi creatividad no había regresado. Me sentía limitado y no podía expresarme a través de mis dibujos como solía hacerlo y para fregar más el asunto, llegó otro golpe a mi vida, murió mi abuelo, una de mis principales fuentes de inspiración y apoyo y entonces me fui para abajo nuevamente. Mi viaje de regreso al dibujo apenas estaba por comenzar.
Pero a veces, tenemos que seguir luchando por lo que queremos
Después de terminar la universidad y comenzar a trabajar en un estudio de animación, me di cuenta de que aún no me sentía lo suficientemente creativo. Sabía que necesitaba encontrar una manera de comunicar lo que imaginaba. Decidí concentrarme en lo que podía hacer bien: retratos realistas a lápiz y carboncillo. Esta decisión me permitió combinar dos de mis pasiones: el dibujo y la música, ya que la mayoría de mis obras eran retratos de músicos.
Mientras desarrollaba mi habilidad con esta técnica, también decidí explorar más herramientas para mejorar en otras habilidades relacionadas con el dibujo, el diseño y la animación. Descubrí varios libros que me ayudaron a entender mejor el arte y la creatividad. Aprendí que el dibujo implica trabajar en diferentes áreas cognitivas: creatividad, observación, coordinación motriz, paciencia, concentración, análisis y otras más, entonces, me clavé en investigar estos temas y cómo aplicarlos para mejorar mis dibujos y mi pensamiento creativo.
En el momomento más inesperado llega la magia
Un día, una persona que ahora es muy importante en mi vida, vio mi trabajo y me pidió que le hiciera un retrato de Nina Simone. Aunque nunca había hecho un retrato por encargo, acepté el desafío. Después de investigar sobre su vida y su música, y de ver muchas fotografías de ella, me sentí preparado para empezar el retrato. Cuando lo terminé, no estaba seguro de si le gustaría, pero se lo entregué. Le gustó tanto que me pidió más retratos. Esto me dio mucha confianza y me enseñó el verdadero valor de mi trabajo.
De pronto, empecé a recibir más encargos y a obtener ingresos por mi trabajo artístico. Pero lo más importante es que adquirí mucha confianza en mí mismo. Con esa confianza, mi creatividad floreció. Empecé a hacer ilustraciones infantiles, dibujos por gusto y a explorar nuevas técnicas y materiales. Me di cuenta de que cada vez que plasmo una de mis ideas en el papel, mi confianza crece. ¡Finalmente había encontrado lo que me faltaba! Creer en mí mismo y en que puedo lograr lo que me proponga.
La confianza en mi mismo me ayudó a crecer
Para el 2018, ya había logrado varias metas en mi carrera artística. Vendí varios retratos, presenté una obra en el Museo Franz Meyer, tenía muchos encargos pendientes y estaba buscando oportunidades para mi arte. Tenía mi propia página web y varias obras en la plataforma Society6.
Parecía que mi viaje de regreso al dibujo estaba por culminar. Entonces, empezó a surgir en mí, la idea de compartir con más gente mi pasión y todo lo que había aprendido en mi proceso de reaprendizaje. Me llegó la idea de crear un curso de dibujo en donde transmitiera todo lo que había reaprendido, por miedo, no me animé a hacerlo. Tendría que pasar más tiempo y cumplirse algunas condiciones que en ese momento no conocía para que este curso viera la luz.
El crecimiento llega cuando uno esta preparado para ello, no antes.
Con la llegada de la pandemia en 2020, me mudé a vivir con mi novia. Ella me dijo “Déjame ayudarte, dame seis meses y verás que todo cambia” y acepté. Así, en pandemia, surgió Dibujo Increíble, pensado para enseñar a dibujar a distancia a niños que estaban encerrados en sus casas y con la finalidad de ayudarlos a desarrollar la creatividad. Creamos un canal de YouTube, hicimos la página web y luego Mi Cuaderno Increíble y, con él, la idea de dar clases personalizadas.
Eso me puso un nuevo reto: ¿cómo enseñar a dibujar? Yo jamás había dado clases de nada, pero sí estaba seguro de que no podía intentar enseñar el dibujo como a mí me lo habían enseñado. Comencé a desarrollar un nuevo método basado en mi experiencia, en los libros que he estudiado, los cursos que he tomado y, sobre todo, en mi intuición. Y así, mi viaje de regreso al dibujo cobraba sentido.
Y entonces, con ilusión, nació Dibujo Increíble
Meses después, decidimos darle un giro a “Dibujo Increíble”. Nos dimos cuenta de lo valioso que sería compartir este proyecto con la gente y, en el proceso, encontré mi propósito de vida. Gracias a mi alumna más destacada y a sus conocimientos en psicología, el programa tomó sentido.
Descubrimos que en “Dibujo Increíble” no solo enseñamos a dibujar: enseñamos a desarrollar el cerebro para poder expresarnos y comunicarnos mediante el dibujo, lo que a su vez desarrolla muchas habilidades cognitivas necesarias para la vida diaria. Entendimos que el dibujo puede cambiar vidas. Esto es lo que más me llena de ilusión: ayudar. Y quiero empezar contigo.
Aquí sigo firme a mi propósito
Por fin entendí que mi propósito está en enseñar y apoyar a otras personas que, como yo, han sufrido por no poder hacer lo que más quieren, en mi caso y por mi área de especialización, puedo ayudarlos a aprender, reaprender o mejorar en el dibujo y para esto, Dibujo Increíble es mi vehículo.
Un proyecto en donde pongo todo de mí, mis conocimientos, mi tiempo, mi esfuerzo, mi pasión y mi esperanza para lograr hacer un cambio, para que más gente disfrute dibujar. Y, sobre todo, que aproveche los beneficios que esta actividad brinda al desarrollo cognitivo y personal que cada quien. Así como yo lo aprendí, sufrí y disfruté a través del tiempo.
Quiero hacerte una invitación, únete a mi viaje de regreso al dibujo.
Primero te agradezco por haber leído mi historia, ya me conoces un poco más y si te identificas conmigo y crees que puedo ayudarte, te invito a seguir este gran proyecto llamado Dibujo Increíble en todos nuestros canales de comunicación. Tambíen, te invito a escribirme por mail o incluso contactarme por WhatsApp para que pueda conocerte saber de ti, cuéntame tu historia, que tanto te gusta dibujar y cuáles son tus retos para mejorar tu habilidad en el dibujo, quizá pueda ayudarte.
Nos vemos pronto por acá y recuerda, el dibujo te hace libre y con Dibujo Increíble, dibujar es fácil.